
Con el paso de los años, la piel y los tejidos que componen el cuello van perdiendo su resistencia y elasticidad; además se acumula tejido graso bajo la piel. Un tercer problema que se suma a los anteriores, es la debilidad del musculo que soporta el cuello como una hamaca, el músculo Platisma, permitiendo que la gravedad descuelgue el cuello.